Un horno de cerámica romano en Ribaforada
07 agosto 2018
- Cultura
- Sociedad
Desde el pasado lunes 30 de Julio y hasta el próximo sábado 18 de Agosto, se están realizando trabajos de excavación en el yacimiento arqueológico de San Gregorio de Ribaforada. Los trabajos están promovidos por el Ayuntamiento de Ribaforada, y son dirigidos por los arqueólogos Juan José Bienes Calvo y Óscar Sola Torres. Cuenta con la participación de los técnicos Aitor Alzueta y Mikel Martínez, y con la colaboración de diversas personas voluntarias de la localidad (Anabel Arriazu, Jesús Balduz, Iñigo Bellido, Javier Cervera, Paul Gascón, Paul Hernandez, Eduardo Huguet, Álvaro Lafraya, Idoya Lapuerta, Asier Martinez, Ana Mesa, Adela Murillo, José Ángel Pérez, Ana Esther Villafranca, June Zandueta) que están participando en los trabajos de excavación.
Los trabajos que se vienen realizando han permitido localizar, un horno romano para la producción de cerámica fechado entre el siglo I y II después de Cristo. Se trata de una estructura trapezoidal, estrecha y alargada, excavada en el terreno geológico y realizada con bloques de adobe. Cuenta con un pasillo de entrada dispuesto en ligera pendiente por donde se accedería para depositar la leña con la que realizar la combustión y facilitar la limpieza del horno, como así parece evidenciar la acumulación de cenizas aparecida en la zona. Este pasillo conecta con la cámara de fuego, que en este caso está separada en dos por otro muro de adobe. Esta cámara, denominada furnium, era el espacio donde tenía lugar la combustión y se producía el calor. Sus paredes están revestidas de barro y se puede apreciar todavía restos de rubefacción sobre las mismas, producto de las altas temperaturas que se alcanzaron.
Los restos arqueológicos se encuentran a escasos 10 cms de profundidad. No ha sido posible encontrar evidencias de la parrilla sobre la que se depositarían las cerámicas, ni de las paredes del alzado y cubierta con las que contaría el horno.
A expensas de que se continúen los estudios, así como la fase de catalogación de los materiales y de los restos aparecidos, se puede adelantar que el horno podría estar en uso entre el siglo I y II después de Cristo, estando destinado a la producción de cerámica de paredes finas, y cerámica común de calidad (tapaderas, jarras, etc) como así evidencia la aparición de este tipo de cerámicas en el proceso de excavación del horno.
Los restos conservados merecen la pena ser resaltados por su singularidad, ya que estaríamos ante un conjunto único en la Ribera de Navarra. En las proximidades se conocen otros yacimientos con evidencias de actividades alfareras (Traibuenas, Tarazona, o Calahorra), pero la localización de un horno, es algo excepcional, ya que en muchos de estos lugares no ha sido posible localizar los hornos.
Además del horno se han comenzado a apreciar posibles indicios de una zona porticada, posiblemente relacionada con la zona de secado de la producción cerámica, así como del testar (basurero de las cerámicas defectuosas o rotas).
El conjunto de evidencias arqueológicas aparecidas hasta la fecha parece estar ligadas a un hábitat rural, conocido como Villae, característico de época alto imperial romana.
La localización de este horno, y de otras estructuras asociadas, se viene a sumar a la aparición del conjunto de hipocaustos localizados en 2017 en la misma zona, a escasos 5 mts. Sin embargo no parece que tuvieran un uso coetáneo ambas actividades.
Resulta especialmente llamativo y sorprendente la perduración de estos restos romanos en pleno casco urbano de Ribaforada, situado en una franja de terreno lindante con el Canal Imperial de Aragón y la Vega del río Ebro.